La Santísima Trinidad

Al entrar con Cristo en los lugares celestiales en la Pequeña Entrada, al haber pedido misericordia a los Santos recordados en ese día, concluimos, mientras estamos con ellos delante de Dios, con la oración del Trisagio: "Santo Dios, Santo Poderoso, Santo Inmortal, ten piedad de nosotros". Nos inclinamos en adoración ante el Hacedor de todo lo que es y nos sometemos al Único que se nos ha revelado en Jesucristo como Padre, Hijo y Espíritu Santo.

Esta participación con los Santos en la adoración de la Santísima Trinidad se vuelve más dramática en esas fiestas (Pascua, todos los días de la Semana Luminosa, Pentecostés, Navidad, Teofanía, Sábado de Lázaro y Sábado Santo) y en cada bautismo, cuando cantamos, en lugar de "Santo Dios" 1, "Todos los que han sido bautizados en Cristo, se han revestido de Cristo". Cada vez somos llamados de vuelta a la generosa donación de Dios de una nueva vida en él a través de Jesucristo en el poder del Espíritu Santo.


Footnotes

  1. El "Santo Dios" es llamado también el Trisagio, del latin tardío trisagĭon, y este del griego bizantino τρισάγιον triságion, de τρίς trís 'tres veces' y ἅγιος hágios 'santo'. Véase DLE (opens in a new tab), Real Academia Española. † Esta nota ha sido ampliada del inglés.