Santos como una "S" mayúscula

La santidad es muy diversa, por lo que diferentes santos fueron canonizados por diversas razones. Algunos (como San Cirilo de Alejandría) fueron canonizados por su agudeza teológica y su valentía al proclamar la verdad frente al error. Otros (como San Serafín de Sarov) fueron canonizados por la calidad de su vida y la intensidad de su oración. Otros aún (como San Constantino el Grande) fueron canonizados en agradecimiento por su ayuda a la Iglesia y su visión del futuro. No todos compartieron el mismo grado de agudeza teológica ni el mismo espíritu pacífico y amoroso. Pero todos tenían algo digno de admiración e imitación, por lo que eventualmente encontraron un lugar en el calendario de la Iglesia.