Conclusión

La sabiduría de la Divina Liturgia radica en que al principio, las Antífonas presentan al adorador ortodoxo las verdades esenciales sobre Dios y su Hijo; inmediatamente después de esto, escuchamos las palabras de Cristo y la enseñanza de sus apóstoles en las lecturas de las Escrituras. Por lo tanto, primero se nos recuerda a Quién adoramos, y luego se nos instruye sobre nuestra respuesta, nuestras órdenes. Escuchamos los "beneficios" de Dios en las Antífonas, como sanidad, amor, misericordia y justicia, y se nos enseña a "Bendice al Señor"