La Restauración de Nuestro Llamado
Ahora que el Mesías ha restablecido en sí mismo la triple llamada de rey, sacerdote y profeta, habilita a sus discípulos a cumplir estos roles por extensión. San Pablo escribe: "porque todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis revestidos. [...] todos vosotros sois uno en Cristo Jesús" (Gálatas 3:27-28). A través de la fe y el bautismo, estamos unidos a Él; y por su gracia hacemos realidad la vocación original para la cual fuimos creados. Así como Él es llamado Christos, el Ungido, nosotros nos convertimos en "pequeños cristos", ungidos y sellados por el don del Espíritu Santo en el misterio de la crismación.1 Es por la presencia del Espíritu que mora en nosotros que Dios puede capacitar a sus siervos para actuar: "porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad" (Filipenses 2:13). En la teología de la Iglesia Ortodoxa, esto se llama "sinergia"2 (o "colaborar" en 1 Corintios 3:9), lo que denota que Dios obra en y a través de nosotros solo cuando cooperamos con Él. Decir que "Dios es amor [abnegado]" (1 Juan 4:8) significa que Él nunca nos coaccionará o nos obligará a actuar. De hecho, solo nos invita e impulsa hacia lo que es bueno, verdadero y hermoso. Nos queda responder a su llamado y invitar su gracia al alinearnos con su santa voluntad.
Footnotes
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Esta es una frase popular de origen desconocido, pero en tiempos modernos ha sido utilizada por escritores como C. S. Lewis en "Mero Cristianismo" y el Padre Alexander Schmemann en Of Water and the Spirit. Este último la relaciona directamente con el Sacramento de la Confirmación. ↩
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† Del latín cientifico synergia 'tarea coordinada', y este del griego συνεργία synergía 'cooperación'. DLE (opens in a new tab), Real Academia Española. ↩