La Paz de Dios
En paz, roguemos al Señor.
Este Reino puede ser descrito y caracterizado como la paz de Dios, su shalom, su presencia salvadora en medio de un mundo en guerra. La palabra hebrea shalom, que generalmente se traduce simplemente como "paz", incluye más que la simple ausencia de guerra o conflicto. Incluye prosperidad, bienestar, seguridad y protección. A través del profeta Isaías, Dios prometió que Él "extendería shalom sobre [Jerusalén] como un río, y la gloria de las naciones como un torrente que se desborda" (Isaías 66:12). La imagen de un "torrente desbordado" no es la de un río tranquilo y apacible, sino un poderoso torrente (la Nueva Biblia Inglesa traduce esto como like a stream in flood "como un riachuelo en crecida"). Anteriormente, Israel experimentó sequías, cautiverio, miedo y muerte, estando alienado de Dios y en guerra con Él a través de su rebelión. Ahora Dios había creado paz, shalom.
El Señor Jesús prometió este regalo cuando les dijo a sus discípulos que en Él tendrían paz. Aunque todavía estaban en medio de un mundo en guerra, un mundo en tumulto y que solo les ofrecía tribulación, no necesitaban temer, porque Él había vencido al mundo (Juan 16:33). San Pablo habló de esta paz cuando escribió que "justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo" (Romanos 5:1). Anteriormente estábamos alejados de Dios, viviendo como rebeldes e hijos de ira (Romanos 5:10; Efesios 2:3), pero ahora a través de Cristo hemos sido acercados a Dios. Cristo mismo es nuestra paz, porque Él ha hecho la paz a través de la sangre de su cruz (Efesios 2:14; Colosenses 1:20). Si permanecemos en Él, estamos firmemente arraigados en el shalom de Dios, Su Reino, en el cual todo conflicto es superado.