Conclusión
La historia de nuestra salvación es un relato de redención de la esclavitud. El hombre estaba esclavizado a la muerte, el pecado y el diablo. Despreció y perdió su tripartito vocación como rey, sacerdote y profeta, y fue expulsado al mundo. Pero en Cristo, somos liberados y restaurados al paraíso. Por el don del Espíritu Santo, tenemos el poder para cumplir nuestro llamado. De esta manera, nos convertimos en hijos del Padre y herederos del Reino.